Seis pasos para vencer la tentación

Rick Warren.-  Entender cómo opera la tentación ya es en sí mismo útil, pero hay pasos específicos que necesitas dar para vencerla.

REHÚSA SER INTIMIDADO. Muchos cristianos se asustan y se desmoralizan con pensamientos tentadores, se sienten culpables porque no están “por encima” de la tentación. Se sienten avergonzados por el solo hecho de ser tentados. No han entendido correctamente en qué consiste la madurez. Nunca podremos dejar atrás la tentación.

En un sentido puedes considerar la tentación como un cumplido. Satanás no tiene que tentar a los que están haciendo su mala voluntad; ya son de él. La tentación es una señal de que Satanás te odia, no de tu debilidad o mundanalidad. También es una parte normal del ser humano y del hecho de vivir en un mundo caído.

No te sorprendas ni te asustes o descorazones por ser tentado. Sé realista en cuanto a la
incapacidad de evitar la tentación; nunca podrás evitarla completamente. La Biblia dice: “Cuando sean tentados...”, no dice “si son tentados”. Pablo aconseja: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano”.

NO ES UN PECADO SER TENTADO. Jesús lo fue, sin embargo nunca pecó. La tentación sólo se convierte en pecado cuando cedes ante ella. Martín Lutero dijo: “Usted no puede impedir que los pájaros vuelen encima de su cabeza, pero puede impedir que hagan un nido en su pelo”. No puedes impedir que el diablo te sugiera determinados pensamientos, pero si puedes decidir no darles cabida o actuar con base en ellos.

Por ejemplo, muchas personas no distinguen la diferencia que hay entre la atracción física o la excitación sexual y la lujuria. No son lo mismo. Dios nos creó como seres sexuales, y eso es bueno.

La atracción y la excitación son respuestas naturales, espontáneas y dadas por Dios a la belleza física, mientras que la lujuria es un acto deliberado de la voluntad.

La lujuria es la opción de cometer en tu mente lo que te gustaría hacer con tu cuerpo. Puedes sentirte atraído o incluso excitado y, sin embargo, decidir no pecar por lujuria. Muchas personas, sobre todo los varones cristianos, se sienten culpables porque las hormonas que Dios les dio se les alborotan.

Cuando automáticamente una mujer atractiva les llama la atención, suponen que es lujuria y se sienten avergonzados y condenados. Pero la atracción no es lujuria hasta que se le da cabida.

Realmente, cuanto más te acercas a Dios, tanto más Satanás tratará de tentarte. En cuanto llegaste a ser un hijo de Dios, Satanás, como un mafioso que contrata asesinos a sueldo, “puso precio a tu cabeza”. Eres su enemigo, y él está tramando tu caída.

A veces, mientras oras, Satanás sugerirá un pensamiento raro o malo simplemente para distraerte y avergonzarte. No te alarmes ni te avergüences por eso, pero comprende que Satanás le tiene miedo a tus oraciones e intentará hacer cualquier cosa para detenerlas.

En lugar de condenarte con “¿Cómo se me ocurrió un pensamiento así?”, piensa que es una distracción de Satanás e inmediatamente vuelve a concentrarte en Dios. Reconoce lo que te tienta y prepárate. Ciertas situaciones te hacen más vulnerable a la tentación que otras.
Algunas circunstancias te harán tropezar casi de inmediato, mientras que otras no te molestarán mucho. Estas situaciones son particulares para tus debilidades y necesitas identificarlas porque ¡Satanás las conoce con toda seguridad! Él sabe exactamente qué es lo que te hace tropezar y trabaja constantemente para ponerte en esas circunstancias.

PEDRO ADVIERTE: “MANTÉNGANSE EN ALERTA. El diablo está en posición para saltar; y anda le gustaría más que encontrarlos tomando una siesta”.

Pregúntate: “¿Cuándo me siento más tentado? ¿Qué día de la semana? ¿A qué hora del día?”

Pregunta: “¿Dónde me siento más tentado? ¿En el trabajo? ¿En casa? ¿En la casa de un vecino? ¿En un centro deportivo? ¿En el aeropuerto o en un motel fuera de la ciudad?”.

Pregúntate: “¿Quién está conmigo cuando soy más tentado? ¿Los amigos? ¿Los colaboradores? ¿Una muchedumbre de extraños? ¿Cuándo estoy solo?” También pregúntate: “¿Cómo me siento por lo general cuando soy más tentado?” Puede ser cuando estás cansado o solo o aburrido o deprimido o bajo estrés.

Puede ser cuando sientes que te han lastimado o estás enfadado o angustiado, o después de un gran éxito o cuando espiritualmente te sientes en la cima.

Debes identificar tu modelo particular de tentación y luego prepararte para evitar esas situaciones tanto como sea posible. La Biblia nos dice repetidamente que nos anticipemos y estemos listos para enfrentar la tentación.

PABLO DIJO: “NO LE DEN NINGUNA OPORTUNIDAD AL DIABLO”. La planeación sabia reduce la tentación. Sigue el consejo de Proverbios, que nos aconseja: “Planeen cuidadosamente lo que hacen... Eviten el mal y caminen directamente hacia delante. No se desvíen ni un


paso del camino correcto”. “El pueblo de Dios evita los caminos malos, y se protege mirando por dónde va”.

PÍDELE AYUDA A DIOS. El cielo tiene una línea abierta para las emergencias las veinticuatro horas del día. Dios quiere que le pidas ayuda para superar la tentación. Él dice: “Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré, y tú me honrarás”.

Yo llamo a esto una oración “microondas” porque es rápida y a punto: ¡Socorro! ¡SOS! ¡Ayuda! Cuando la tentación azota, no hay tiempo para mantener una conversación larga con Dios; simplemente clamamos a Dios. David, Daniel, Pedro, Pablo, y otros millones, han orado este tipo de plegaria instantánea pidiendo ayuda en medio de los problemas.

La Biblia garantiza que nuestro clamor por ayuda será oído porque Jesús se solidariza con nuestras luchas. Él enfrentó las mismas tentaciones que nosotros. Él “entiende nuestras debilidades, porque Él enfrentó todas las mismas tentaciones que nosotros, sin embargo, Él no pecó”.

Si Dios está esperando para ayudarnos a derrotar la tentación, ¿por qué no nos volvemos a Él más a menudo? A decir verdad, ¡a veces no queremos que nos ayude! Preferimos ceder a la tentación aunque sabemos que es malo.

En ese momento pensamos que sabemos lo que es mejor para nosotros más que Dios. En otros momentos nos avergonzamos de pedirle ayuda porque seguimos cediendo a la misma tentación una y otra vez. Pero Dios nunca se irrita, no se aburre ni se impacienta cuando seguimos recurriendo a Él. La Biblia dice: “Por lo tanto, tengamos confianza y acerquémonos al trono de Dios, donde hay gracia. Allí recibiremos misericordia y hallaremos gracia para ayudarnos exactamente cuando la necesitamos”.

EL AMOR DE DIOS ES ETERNO, Y SU PACIENCIA ES PARA SIEMPRE. Si tienes que clamar pidiéndole ayuda a Dios doscientas veces al día para derrotar cierta tentación en particular, Él estará más que dispuesto a brindarte su misericordia y su gracia, así que acércate a él con confianza.  Pídele que te dé poder para hacer lo correcto y luego espera que te lo proporcione.

Las tentaciones nos mantienen dependiendo constantemente de Dios. Así como las raíces crecen más firmes cuando el viento arrecia contra un árbol, cada vez que resistes una tentación te asemejas más a Jesús.


Cuando tropieces y tropezarás no pienses que es una fatalidad. En lugar de ceder o rendirte, mira a Dios, espera que Él te ayude, y recuerda la recompensa que te espera: “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.

Comentarios

  1. The casino to close immediately, says TPC - Jtm Hub
    › tpc › jtm-travel-logos › tpc › jtm-travel-logos Mar 24, 2020 — Mar 24, 2020 In an update 하남 출장안마 to 인천광역 출장마사지 the casino's Terms and Conditions, 오산 출장안마 a 하남 출장안마 temporary spokesperson said in an email: "TPC 양산 출장마사지

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Sea directo, respetuoso con sus comentarios sea crítica u elogio que vaya a hacer hacia este blog o artículo.